Los implantes dentales son una solución segura y duradera ante la pérdida de uno o varios dientes. Los implantes actúan como sustituto de la raíz del diente. Unos meses más tarde, una vez que los implantes se integran con el hueso, darán soporte a las nuevas prótesis o coronas unidas a ellos, dando el aspecto de un diente natural.
Para reponer un solo diente se necesita un implante, que es la raíz, más su corona pertinente, la cual se une al implante a través de un pilar intermedio y su tornillo correspondiente.
Si lo que necesitamos es la reposición de varias piezas en un mismo tramo, no se necesita un implante para cada una de las piezas. Dos implantes suelen ser, por lo general, suficientes cuando faltan tres o cuatro dientes.
Si lo que faltan son todos los dientes de la boca, con 4 o 6 implantes lograríamos reponer de 10 a 14 piezas, el número definitivo dependerá tanto de la cantidad como la calidad del hueso y del tipo de implante que sea necesario utilizar.
Se trata de una solución permanente ante la pérdida de dientes que proporciona una imagen natural y mayor confort y funcionalidad frente a otras soluciones, como las dentaduras completas
